Regla 11 del fútbol
- Carl Maturana
- 13 dic 2017
- 7 Min. de lectura
Regla 11.- Fuera de juego
Fuera de juego, offside, fuera de lugar o posición adelantada es una regla del fútbol de carácter estratégico con intención de ordenar el juego. Está recogida en el reglamento de juego como Regla 11.

La aplicación de la regla de fuera de juego se divide en tres pasos:
de fuera de juego,
infracción de fuera de juego y
sanción si el jugador sigue la jugada así suene el pito.
Un jugador está en posición de fuera de juego si está "más cerca de la línea de meta contraria que el balón y el penúltimo adversario", a menos que se encuentre dentro de su propio campo. Un jugador que esté en línea con el penúltimo oponente no se considera fuera de juego. Debe tenerse en cuenta que el oponente suele ser el portero, pero también puede ser otro jugador de campo. También debe remarcarse que la posición de fuera de juego se determina en el momento en el que el balón es tocado: la posición de fuera de juego de un jugador no se verá alterada por el movimiento posterior de los compañeros de equipo.
Infracción de fuera de juego
Un jugador en posición de fuera de juego sólo comete la infracción de fuera de juego si, "en el momento en que alguien de su equipo toca o juega el balón" él está, según el árbitro, involucrado en la jugada ya sea interfiriendo el juego o a un contrario, o tratando de sacar ventaja de esta posición.
Determinar si un jugador está involucrado en una jugada puede ser complejo. Un jugador no comete una infracción de fuera de juego si recibe el balón directamente de un saque de banda, de meta o de esquina. Tampoco comete infracción de fuera de juego si el jugador toca y juega un balón que ha sido tocado por última vez por un jugador del equipo contrario (si el toque fue intencionado). En cambio, sí será sancionado con un fuera de juego aquel jugador que, estando en posición adelantada, recibe el balón rebotado de los verticales o larguero del arco, luego de un tiro al arco ejecutado por un jugador de su mismo equipo.
La FIFA publicó unos nuevos consejos para interpretar la regla de fuera de juego en 2003, y éstos se incorporaron a la regla 11 en julio de 2005. La nueva redacción busca definir precisamente los tres casos como sigue:
Interferir el juego significa jugar o tocar el balón pasado o tocado por un compañero de equipo.
Interferir a un contrario significa impedir que un adversario juegue o pueda jugar el balón, obstruyendo claramente el campo visual del adversario o disputándole el balón.
Sacar ventaja de la situación de fuera de juego significa jugar un balón que rebota en su dirección desde un poste o desde un contrario, habiendo estado en situación de fuera de juego.
En la práctica, un jugador en posición de fuera de juego puede ser penalizado antes de jugar o tocar el balón si, según el árbitro, ningún otro compañero de equipo que no se encuentre en fuera de juego puede jugar el balón.
La interpretación del árbitro de estas nuevas definiciones aún es objeto de controversia, sobre todo en la definición de qué movimientos puede realizar un jugador en situación de fuera de juego para que no pueda juzgarse que interfiere con un contrario.
Sanción del fuera de juego
La sanción de una infracción de fuera de juego es un tiro libre indirecto para el equipo contrario, en el punto en el que se cometió la infracción.
El fuera de juego permite que se otorgue ley de ventaja, siempre que la posesión del balón sea claramente del defensor. En caso de proceder el fuera de juego, la jugada se anulará a partir del momento del toque que destine en fuera de lugar.
La regla de fuera de juego no constituye una infracción en sí, y por lo tanto ningún jugador podrá recibir una tarjeta del árbitro al infringir esta regla.
Un jugador está en posición de fuera de juego si, cuando un compañero le da un pase, se encuentra:
más cerca de la línea de meta contraria que el balón;
más cerca de la línea de meta contraria que el penúltimo adversario.
Estas reglas no se aplicarán si el jugador:
está en su propia mitad del campo;
si el pase recibido proviene de un saque de meta, de banda.
Estar en posición de fuera de juego no es suficiente para cometer la infracción. Aparte de esto, el jugador en posición de fuera de juego deberá estar interviniendo en el juego, ya sea interfiriendo el juego de un adversario o ganando ventaja de dicha situación, para que el árbitro castigue la infracción. Si pita la infracción, el árbitro marcará un tiro libre indirecto contra el equipo defensor desde el lugar donde estaba el jugador inhabilitado del equipo atacante.
Para la aplicación de esta regla, el árbitro depende en gran medida de su árbitro asistente, que normalmente se sitúa en línea con el penúltimo defensor de la parte del campo en que se encuentra (las técnicas exactas de posicionamiento son más complejas).
La tarea de los árbitros asistentes respecto a los fuera de juego pueden ser difíciles, ya que deben estar atentos a los ataques y a los contraataques, considerar qué jugadores se encuentran en posición de fuera de juego cada vez que se juegue el balón (a menudo desde el otro extremo del campo), y determinar si los jugadores situados en fuera de juego están involucrados en la jugada.
El riesgo de error de arbitraje se amplifica por el efecto de la perspectiva, que se hace presente cuando la distancia entre el jugador atacante y el árbitro asistente es significativamente distinto de la distancia al jugador defensor, y el árbitro asistente no está en línea con este último. La dificultad de detectar un fuera de juego es, a menudo, infravalorada por los espectadores. Tratar de determinar si un jugador está en línea con un adversario en el momento en el que se golpea el balón no es fácil: si un atacante y un defensor corren en direcciones contrarias, pueden alejarse dos metros en una décima de segundo. Existe un estudio médico-científico que llega a la siguiente conclusión: 'El ojo humano no está capacitado fisiológicamente para detectar un fuera de juego.
En 1990 la regla se modificó levemente para considerar que un atacante en línea con el penúltimo oponente no se encontraría en situación de fuera de juego. También se quitó la regla existente de 1925-26 que habilitaba al jugador si el pase salia del propio campo. Estos cambios fueron parte de un movimiento general de las máximas autoridades del deporte para favorecer el fútbol de ataque y permitir que el juego se desenvolviera con más libertad.
En 2003, la FIFA publicó unos consejos más restrictivos para penalizar los fueras de juego, de modo que se favoreciera el juego atacante. De esa manera, un jugador en una posición de fuera de juego no se penaliza siempre, sino que dependerá de sus acciones y posición. Con esta modificación, los atacantes ya no serían penalizados si se encuentran en una posición habilitante aunque tuvieran a un compañero de equipo en posición de fuera de juego, siempre y cuando éste se encuentre en actitud pasiva. Esto ha permitido que se marquen más goles a través de pases legítimos desde la defensa.
La táctica del fuera de juego, o achique de espacios, es una táctica defensiva. Cuando un jugador atacante está avanzando por el campo y un compañero de equipo está listo para enviarle el balón, los defensores se adelantarán sincronizadamente de modo que el atacante se encuentre situado detrás de ellos en el momento en el que el balón se golpee, haciendo que el atacante se coloque en posición de fuera de juego en el momento del pase. Los defensores que emplean esta táctica a menudo intentan atraer la atención del árbitro asistente hacia la posible posición de fuera de juego del atacante, ya sea gritando o levantando el brazo.
Se suele decir que el uso de esta táctica fomenta un fútbol aburrido. Sin embargo, puede ser una estrategia arriesgada ya que los defensores deben avanzar juntos, ya que si no los jugadores atacantes no se encontrarán en posición de fuera de juego; si la táctica falla, los jugadores atacantes tendrán un camino casi despejado hacia la portería. Los cambios de reglamento de 2003 han hecho que esta táctica sea más peligrosa.

Uno de los defensas más conocidos que empleó esta táctica fue Billy McCracken del Newcastle United. Se cree que su táctica de juego obligó a los responsables a modificar las normas en 1925, reduciendo el número de defensores necesarios entre el atacante y la línea de fondo de tres a dos. McCracken jugó para el club inglés Newcastle United de 1904 a 1924, ayudándoles a ganar tres títulos de Liga y la FA Cup.McCracken fue tan hábil en atrapar a los equipos adversarios fuera de juego que forzó un cambio en las reglas del juego. En total, jugó 432 juegos para Newcastle, anotando 8 goles. Después de dejar Newcastle se convirtió en manager de Hull City en 1923 y los llevó a la semifinal de la FA Cup en 1930. Abandonó el club un año después. McCracken es uno de los pocos jugadores cuyas acciones han traído cambios a las Leyes del fútbol cuando, como centrocampista en Newcastle, ideó la técnica de hacer que los delanteros de la oposición se declaren "fuera de juego" cuando las reglas establecen que 3 defensores deben estar entre jugador atacante y la línea de gol. Tan exitoso fue el truco defensivo de McCracken que la Regla de Fuera de juego se cambió a "2 defensores" entre el atacante principal y la línea de gol ".
En los tiempos recientes, la táctica del achique de espacios se ha vuelto incluso más arriesgada con la interpretación de 2003, ya que una situación pasiva en fuera de juego no se penaliza. De esta manera, los equipos que lleven a cabo esta táctica pueden fallar si el jugador en fuera de juego no está involucrado en el juego activo ya que el árbitro sólo deberá indicar fuera de juego si el jugador toca o recibe el balón.
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