Pierluigi Collina. (mejor Arbitro de la historia)
Pierluigi Collina (nacido el 13 de febrero de 1960 en Bolonia) es un ex-árbitro de fútbol italiano. Aún sigue relacionado con el mundo del fútbol como asesor de la Asociación de Árbitros de Fútbol Italianos (AIA), además de ser miembro del Comité de Árbitros de la UEFA. También ha sido elegido como portada de juegos de fútbol como es el caso del Pro Evolution Soccer 3. Ha sido designado por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) como el mejor árbitro de todos los tiempos . También se recuerda por ser un árbitro al que todo jugador le temía .El único arbitro que ha aparecido en una portada del PES, el único en ser aplaudido por todo un estadio, el italiano Pierluigi Collina. considerado el mejor Arbitro de la historia. Si la ubicuidad de Collina no hubiera sido igualada por su aptitud, su fama se habría convertido en una reja muy rápidamente. Él tomó el papel principal, pero también se mantuvo respetado y amado. Nombrado como el mejor árbitro del mundo durante seis años consecutivos entre 1998 y 2003 y el árbitro del año de la Serie A en siete ocasiones, hubo un momento en que cada ocasión de la obra maestra parecía estar bajo la autoridad de Collina. Final de la Copa de la UEFA, final de la Liga de Campeones, final de la Copa del Mundo, final de los Juegos Olímpicos, dos Copas Mundiales, dos Campeonatos Europeos. Marque todos fuera de la lista. Collina se matriculó en un curso de arbitraje cuando tenía 17 años, y rápidamente se movió a través de los rangos de la profesión. En tres años, se había movido al nivel más alto del fútbol regional, y por 28 estaba en el nivel de la Serie C1. A la edad de 32 años, estaba oficiando partidos de alto vuelo.
El secreto del éxito de Collina fue el respeto. "Tienes que ser aceptado en el campo de juego no porque seas el árbitro, sino porque la gente confía en ti", dijo después de retirarse. "Esto significa que puedes alcanzar el mejor resultado que un árbitro puede alcanzar, que debe ser aceptado incluso cuando está equivocado". El respeto por los funcionarios es completamente autocumplido. Si los jugadores de élite comienzan a confiar en tus acciones y tus modales, otros seguirán su ejemplo. Si los jugadores y los gerentes comienzan a perder la fe en su juicio, cada una de sus decisiones se coloca bajo un microscopio implacable. Collina fue más allá del mero respeto; él creó un aura.. Por encima de todo, fueron los ojos. Se quedaron boquiabiertos cada vez que Collina hablaba en serio, como un hámster apretado con demasiada fuerza. Sus miradas fueron suficientes para que los futbolistas millonarios se sintieran desnudos y expuestos. En algún lugar, en el fondo de todos nosotros, está el lado malo de nuestra conciencia, un deseo innato de romper las reglas. Los ojos de Collina son el superhéroe para contrarrestar estos deseos recalcitrantes. Buscarán tus pecados, los regañarán y harán que se disculpen. Soy un hombre de las reglas ", dijo una vez Collina. "Por ahora, la única forma de lidiar con los problemas es siendo muy, muy duro y castigando a los que hacen mal". Es ese "muy" extra que te hace tragar más duro que todos. Sin embargo, el respeto no se impone simplemente, sino que se gana. El deporte exige un gran sacrificio de sus competidores y seguidores, y Collina no cree que los árbitros estén exentos de tal dedicación.Puede que no sea posible encontrar un hombre más comprometido con su profesión. Su enfoque se hizo famoso. Collina visitaría los estadios el día antes de los partidos, caminaría para ver las miradas y olores para no desorientarse en el calor del momento. Habla inglés, español y francés junto con su italiano nativo para conversar con los jugadores. "Creo que es suficiente", dijo una vez el italiano sobre su plurilingüismo, ofreciendo una visión de su humildad. En preparación para un partido, miro a ambos equipos en televisión al menos una vez. Lo primero que trato de memorizar cuando estudio un juego en televisión es cómo juegan los equipos, las tácticas que usan en el terreno de juego, tanto para defender como para atacar ", escribe en su autobiografía. "Es importante entender cómo progresan sus juegos, cómo se juegan los distintos movimientos, para observar cómo lidian con sus sets, sus lanzamientos de falta y sus esquinas. Luego paso a un análisis de individuos, porque llevar a cabo un plan de juego depende de las características de los diferentes jugadores. "Más exploración que muchos gerentes. Más preparación que muchos jugadores. Hay una anécdota maravillosa de Graham Poll, representante de Inglaterra en el Mundial de 2002. Poll recuerda ser el cuarto árbitro de Japón frente a Turquía, con Collina a cargo del partido."Dibujó sus alineaciones en un tablero", dice Poll. "Nos dijo cómo jugarían, quiénes eran los personajes ardientes, dónde serían los focos de tensión posibles, qué podría esperar que cada asistente suceda en su campo de juego. Él cubrió todo. Eso fue increíble. Fue preparación hasta el enésimo grado. Y, además, él no estaba equivocado. "Incluso entre sus compañeros, en el más alto nivel de su profesión, Collina estaba en un plano superior.La lógica es clara. Cuando se trata de egos inflados y emociones sobrealimentadas, un árbitro tiene la responsabilidad de estar también en su mejor momento. ¿Cómo me respetarán si estoy menos en forma o preparado que ellos? "Mientras más conoces, mejor actúas", es el lema de Collina. La flexibilidad también jugó un papel en la reputación de Collina. Era un gran exponente del principio de que las leyes del juego estaban allí para ser interpretadas en lugar de administradas a ciegas. Al igual que cada partido difiere, también lo deberían hacer los matices en el arbitraje."No hay ningún tipo de arbitraje que funcione bien para todos los juegos", dice Collina. "El árbitro tiene que desarrollar una capacidad casi camaleónica para poder adaptar sus propias habilidades a los requisitos del partido".
Veamos su trabajo en este espectacular vídeo de los últimos minutos de la final de Champions del 99, grabados desde el fondo en el que el Manchester United anotó los dos goles. No se ve mucho a Collina, pero sí se aprecia su reacción con los jugadores alemanes tras el gol de Solskjaer de que no se rindieran:
En 2011, Collina fue recibida en el salón de la fama del fútbol italiano, entre la lista de los nuevos integrantes. Sacchi, Marcello Lippi, Roberto Baggio, Gigi Riva, Giuseppe Meazza, Michel Platini, Silvio Piola, Pierluigi Collina. Paolo Maldini y Dino Zoff tendrían que esperar hasta el año siguiente. El arbitraje de fútbol es una tarea ingrata. Tienen el trabajo casi imposible de equilibrar las leyes estrictas con el sentido común y la autoridad sin excesiva dominación. Deben administrar 22 egos separados, a cargo de jugadores que a veces pagan más por una semana de trabajo que usted durante un año. Se espera que estén en el corazón de cada segundo de cada partido sin convertirse en la historia. Un árbitro lo ha hecho mejor que ningún otro. Collina fue el antídoto contra todo lo que había pasado antes. Adornó la portada de los juegos de computadora, ayudó a vender automóviles y dirigió campañas de publicidad para Mastercard y Adidas. Más de una década después de su retiro, sigue siendo una de las caras más reconocibles en el juego. Se supone que los árbitros son los malos del deporte, los villanos de la pantomima y los chivos expiatorios. Dos grupos de seguidores van a un estadio con puntos de vista diametralmente opuestos, discuten entre sí durante 90 minutos y finalmente aceptan que el árbitro fue seguro. Durante un tiempo, Pierluigi Collina cambió todo eso. Él era el maestro al que le gustaba, el malo por el que podrías echar raíces. En su mayoría, fue el hombre que llevó el arbitraje de fútbol a la era moderna, quien agregó un nuevo nivel de profesionalismo a la profesión. "La gente probablemente no considere a los árbitros como atletas", dijo una vez Collina. "Pero somos." Se retiró oficialmente en 2005 y siguió con su profesión, asesor financiero, en su Bolonia natal. Es licenciado en Económicas por la Universidad de Bolonia.– De joven jugó al fútbol y era defensa central. Además, era hincha de la Lazio. Es un fanático del baloncesto y en concreto del Fortitudo Bolonia (Teamsystem Bolonia o Skipper Bolonia). Está casado y tiene dos hijas.
