Capitulo Roles de centrocampistas.- fútbol sudamericano. Toninho Cerezo
En este capítulo se ha querido especificar lo importante que son los mediocentros o centrocampistas. Son los pilares del equipo. Los caudales de juego que definen cualquier sistema táctico de los entrenadores adaptando para ello a diversos estilos y perfiles de jugadores que buscan el bien común del equipo: ganar.
El volante por la banda, también llamado volante externo, es el equivalente al interior del fútbol europeo, pero no debe ser confundido con el lateral volante donde Brasil da los mejores laterales del mundo; que ya hablamos en este capítulo ( ver nota aparte; Defensor de medio campo "de contención" ), ni con el delantero que juega en los extremos, en la banda del campo.Su juego se desarrolla casi siempre por el costado del terreno de juego en desdoblamientos defensivos y proyecciones en busca del ataque por la bandas, es la conexión entre el defensa lateral y el delantero centro. Es esto lo que los diferencia del lateral volante que "gira" desde el costado hacia el centro aportando claridad y distribución a la elaboración de radio corto. Lo cierto, el volante externo siempre trabaja por la banda. En su función creativa se encargan de principalmente de transportar el esférico hacia el campo rival con despliegue y dinámica, también es importante que envíen centros hacia el delantero de turno; ayudan a desahogar la salida de balones desde el fondo del campo o si es conveniente pasar el balón a algún jugador en el centro de la cancha. En su faceta ofensiva, pueden llegar a línea de fondo y enviar centros, incluso pueden rematar al arco si es que algún balón rebota hacia un costado del área. En su función defensiva, se encargan de recuperar balones circulando por el costado del terreno con mucho repliegue y cobertura. A diferencia de los extremos y puntas no se le exige gol, a diferencia de los carrileros, no se les exige que respondan en función del esquema defensivo. Su mayor aporte puede ser tanto la salida, el despliegue y la recuperación con mucha dinámica o en su defecto la habilitación de balones a distancia en jugadas "aéreas" o contraataques. En efecto, estas dos cualidades tienden a configurar dos perfiles distintos entre los volantes externos muy dinámicos y verticales, como otro grupo de volantes externos que aportan claridad en la salida y distribución a distancia. En conclusión el volante por la banda: Es el jugador que corre la banda, pegado a la línea de la cancha para crear jugadas con peligro de gol. Su juego se desarrolla casi siempre por el costado del terreno de juego y busca el ataque por la bandas, es una posición muy difícil y sacrificada. Se requiere velocidad, buen manejo de balón, agilidad, habilidad para retenerlo en la subida, también debe tener algo de marca y por supuesto debe ser bueno para enviar centros cruzados sobre el área rival y un buen estado físico. Los hay de muchos tipos, históricamente, el jugador que llevaba el número 7 era el llamado interior derecho o volante mixto, que cumplía funciones de recuperación y también de creación de juego. Con la evolución del fútbol, apareció la variante que se describe anteriormente: los interiores derechos y los interiores izquierdos donde Brasil ha dado los mejores exponentes. Dependiendo de su proyección ofensiva y velocidad a menudo muchos se convierten en mediapuntas o extremos. En otros casos prima la faceta defensiva convirtiendo volantes en carrileros con mucha cobertura y velocidad.
A hora haré un pequeño recuento de los los mejores laterales del mundo; en el fútbol brasileño, ser medio de contención no resulta precisamente el camino más seguro para alcanzar la popularidad en la tierra de la samba. Sin embargo, es imposible negar que en cada uno de los cinco títulos mundiales de Brasil quienes ocupaban esa posición por delante del área fueron mucho más que un simple defensa: tuvieron un papel absolutamente fundamental en la victoria, no olvidemos el sistema del mundial del 70 México. En el país de los números 10, del regate y del fútbol ofensivo —en el que ganar sin dar espectáculo a veces ni se considera ganar—, gran parte del éxito histórico se debe a jugadores que no son estrictamente zagueros, ni de corte defensivo, pero que se esmeran por desempeñar, básicamente, tareas defensivas por medio de sus características técnicas de ser ofensivos mentalmente.
No hay más que pensarlo”, explica Zagallo, participante en cuatro de esos cinco trofeos. “En 1958 y 1962 teníamos a Zito, que era uno de los grandes líderes de aquel equipo. José Ely de Miranda,conocido futbolísticamente como Zito actuando en la posición de volante era el capitán del Santos de Pelé. En 1970, alineé a [Wilson] Piazza en el eje de la defensa, porque sabía que teníamos a Clodoaldo, un jugador de pase excelente y que recuperaba el balón. Y en 1994 nadie ganaba a nuestro mediocampo, con Mauro [Silva] y Dunga, nuestro capitán”. Si a eso sumamos el abnegado trabajo de Gilberto Silva y Kleberson en 2002, que posibilitaba el apoyo de los laterales Cafu y Roberto Carlos, tendremos el panorama completo de los volantes como protagonistas de los títulos brasileños. Con la excepción que señala el propio Zito a FIFA.com. “En mi época no existía eso de volante: un mediocampista era mediocampista. Pero tenía libertad para atacar y para defender. Y lo mismo con los laterales”. Así define su papel en el Santos y en los títulos conquistados por Brasil en Suecia 1958 y Chile 1962. “En ciertos momentos, si jugábamos contra un equipo que tuviese gente de calidad, yo actuaba más atrás. Contra un equipo digamos más tranquilo, incluso atacábamos. No existía esa obligación de limitarse a defender”.
Ha cambiado la mentalidad, no los volantes. Observar esta evolución en el puesto es un buen camino para entender los cambios que se han producido a lo del tiempo en el fútbol en general, y más concretamente en Brasil. Al analizar para FIFA.com el triunfo en México 1970, "Clodoaldo" Tavares de Santana, (Podía jugar tanto en la defensa como en el ataque, lo cual hizo en el Santos F. C), identifica que se había dado un paso adelante: él ya era ante todo un volante, y pensaba sobre todo en defender. “Para mí era algo simple, no hacía falta que Zagallo me lo dijese. Por mucho que tuviese calidad para salir con el balón, si miraba hacia delante y veía a Jairzinho, Gérson, Tostão, Pelé y Rivellino, sería muy pretencioso querer superar a esos gigantes allá arriba”, dice sonriendo Corró, número 5 de aquel equipo. “Entonces yo era el único volante que proporcionaba esa protección defensiva. Otra acción destacada fue en el partido de semifinales entre Brasil y Uruguay en México 70. Gerson tenía problemas para repartir el balón en la mitad de la cancha por el fuerte marcaje uruguayo. Gerson que jugaba de Volante de salida, rota con Clodoaldo que no pasaba la mitad de la cancha jugando de defensa. Bastó entonces una sola descolgada de Clodoaldo tras una pared con Tostao para marcar el primer gol brasileño, empatar y posteriormente ganar el partido contra Uruguay. En su juego, destacaba su regate, así como su agilidad. Era un jugador rápido, de estatura media, diestro. Hoy en día los esquemas tácticos utilizan a dos, e incluso a tres volantes puros”. Fue concretamente ahí donde las cosas cambiaron de manera definitiva. La preparación física progresó, y el juego se volvió más rápido. Los espacios, menores. Hacía falta buscar nuevas armas, como los laterales, y para eso era necesario que alguien asumiese la cobertura: los volantes. Entonces, la velocidad del fútbol aumentó tanto que, en muchos casos, el hombre que defiende y hace la cobertura es el mismo que después aparece para atacar. Es el conocido como “volante moderno”, como Paulinho o Ramires, por quedarnos con dos ejemplos brasileños. Pero la aparición de esta función no significa necesariamente renunciar a ese elemento protector, encargado en esencia de recuperar el balón, pasarlo adelante y aguardar a la próxima ocasión en que sea necesario arrebatárselo de nuevo al rival. Por lo menos eso argumentaba quien la llevó a cabo en Corea/Japón 2002, Gilberto Silva, en una entrevista publicada por FIFA.com en noviembre de 2012.
Otro de los grandes fue Antônio Carlos Cerezo; Toninho Cerezo Jugaba en la posición de mediocampista. Su valor como jugador de fútbol se asienta en dos preceptos fundamentales, el primero, dominar la pelota en toda su extensión, con una técnica individual que le permite dar solución inmediata a cualquier propuesta del juego, una técnica colectiva que le facilita la asociación en cualquier situación y circunstancia para dar sentido al lema indiscutible que “el todo es superior a la suma de las partes”, segundo, dominar el espacio, saber llegar en el momento oportuno al lugar adecuado. Esta segunda faceta le permitirá gestionar el contexto global del juego desde su posición de centrocampista, influenciando a todos aquellos que junto a él participan en los diferentes momentos en los que se evoluciona a través del juego. Toninho Cerezo era el dueño de la batuta y el solista encomendado a participar en la sinfonía colectiva desde la humildad de quien puede adaptarse al papel secundario a pesar de saberse estrella. Uno de los grandes del fútbol brasileño, con brillo interior y una coraza de futbolista que permite el reflejo de otros gracias al juego sutil y cuidado de quien entiende la labor. Toninho Cerezo formaba parte de la línea más extraordinaria de centrocampistas que se podría encontrar en cualquiera de las selecciones clasificadas para el mundial español. Falcao, Zico, Sócrates y el propio Cerezo, completados por un Eder en estado de gracia y un Junior que desde el lateral izquierdo ocupaba el espacio que creía conveniente independientemente de la posición y jugaba con el concepto de azar y libre albedrío con la maestría de un fuera de serie.Como un ejemplo reciente de este tipo de jugadores podemos nombrar a David Beckham quien fue uno de los mejores jugadores de la historia tirando "centros a la olla" desde las bandas. También Gareth Bale dueño de una gran velocidad y un tremendo pique corto, la potencia y su gran estado físico se lo debe a que practicó otros deportes, como el hockey, y sobre todo el rugby. Puede jugar como lateral, y también como delantero, pero el puesto en el que más rinde es como interior. Fue elegido el mejor jugador de la premier league de la temporada 2010, eso ya lo dice todo, gigantes de Europa se pelean por contratarlo, sin dudas un crack con todas las letras.
